lunes, 22 de noviembre de 2010

sensación de vivir XD

Él también estaba en mitad de la plaza con la cabeza bien alta y su bandera en alza. La marcha empezó y los gritos no cesaron, todos a una gritando por lo que creían que era justo, ese era el momento de hacerlo.
Mientras otros los oían venir, ellos marcaban sus pasos firmes y decisivos, al menos decisivos para ellos, sin olvidar en ningún momento que ahí se dejaban la piel, que ese no sería el final y que lo que recorría por los cuerpos de esas personas no era miedo, sino la sensación de saber por lo que luchar.
En cada brazo el bello de punta, en cada boca un grito de lucha y libertad. ¡A por ellos!

lunes, 25 de octubre de 2010

Una de esas noches

Esta es una de esas noches en que nada te parece, todo te entorpece y solo recuerdas estar en una de esas noches en que nada te parece, todo te entorpece y solo recuerdas.

sábado, 29 de mayo de 2010

Por ser el primero

Carlos le invitaba a salir, charlar, tardes de sol, noches de bar...y una mañana, escondidos del resto de la gente y cogidos de la mano uno enfrente del otro por primera vez, se acercaron poco a poco hasta notar cómo los corazones latían rápidamente. Un minuto donde las miradas no se cruzaron por vergüenza y miedo, pero sacando la valentía de las ganas, unieron los labios por donde los corazones latían.

lunes, 5 de abril de 2010

Lo mismo pero al revés

-Después de oír la señal- dijo el contestador de María.
-Patri, soy Laura, no hagas planes para este jueves por la noche que viene Julio con su grupo y así cenamos todos juntos, ¿vale? Un beso, adiós.¡Ah! y díselo a Carla. Hasta luego.

Con el vestido nuevo que se acababa de comprar, unos baqueros que le había dejado Carla porque ya no le cabían y unas converse, Laura acude a la cita que le había preparado un desconocido. Iba más guapa que otros días, y ella lo sabía.

Desde la cera de enfrente, Laura observa que se trata de una finca:

-Buenos días, soy Laura. Esta mañana me han dado una tarjeta con esta dirección y venía a ver de que se trataba.
-Muy bien, sube.
-Hola Laura (dos besos), un segundo y llamo al jefe. Acomódate aquí.
-Vale- Laura se frota suavemente las manos y se sienta en el sofá.

"Y hoy, tras la reunión de los diputados de Cataluña, el resultado ha sido un ¡no! a la continuación de las corridas de toros en esta comunidad, las opiniones han sido..." se escucha en una habitación de al lado.
La entrada a las oficinas estaba de lo más arreglada, Laura tenía la impresión de que esta gente tenía clase.

-Buenas tardes Laura, soy Cristian Moreno, el jefe de esta empresa, por favor, vamos a mi despacho y te comento. Supongo que estarás intrigada, ¿no?
-La verdad es que sí- dice ahora Laura con las manos detrás de la espalda mientras camina.
-Bueno, así que te han dado una tarjeta, ¿no es así?
-Sí.
-Y veo que han acertado.
Laura sonríe muy tímidamente, se está empezando a sentir un poco incómoda. Entrar directamente al despacho de una persona de la que no sabes nada, en una situación que ni si quiera sabes cuál es siempre te deja en que pensar.
-Mira Laura, esta empresa se llama "Original", y aquí se trabaja con jóvenes que parece que tienen madera para salir en un anuncio publicitario, de extra en televisión, Internet...Nosotros hacemos que las virtudes de estos jóvenes salgan a la luz y puedan desarrollarse. Somos también nosotros los que elegimos a cada uno de estos jóvenes, por eso mismo tenemos que hablar con vosotros directamente. Y por lo que respecta a vosotros, los jóvenes, por supuesto, tieneis que tener unas características determinadas.
- Ya.
-Bueno, ¿qué te parece por ahora esto?
-Pues...está bien, pero no se si yo podría y tampoco se si me apetece.
-Mira, no te preocupes, tú no pierdas la tarjeta, piénsate bien la oferta, todavía tengo mucho que contarte, pero no quiero agobiarte si no lo tienes claro. A todas las chicas que les hemos ofrecido este trabajo, al principio les han intimidado las maneras, pero después saben valorar lo positivo de su oficio. Tú tranquila, y si tienes alguna duda al respecto, no dudes en llamarme.
-Vale, te lo agradezco. Pues te dejo -dice Laura mientras se levanta de la silla y lo único que se le ocurre es mirar al suelo-, tendrás noticias mías.
-Muy bien.
-Encantada- y con un esfuerzo por intentar aparentar menos tímida y miedosa de lo que en realidad es, añadió- yo soy Laura Montalbán, por cierto.
-El placer es mío. Hasta pronto.
Un par de besos y Laura vuelve a su mundo real, otra vez a la luz del sol.

martes, 23 de marzo de 2010

Nos movemos los dos

Clase de comunicación interna a las nueve de la mañana, publicidad internacional y relaciones humanas, clases de las que Laura ya estaba aburrida, pero que como todos los martes por la mañana le tocaba contemplar.
Hasta las dos de la tarde, Laura había aguantado del tirón, pero por fin consigue escaparse para comer en “El Carusso”, donde le espera Julio sentado al borde de la entrada mientras se fuma un cigarro.


-¡Ey hola!, ¿qué tal las clases?- pregunta Julio.
-Bien- dice Laura -¿Y tú que tal?
-Una mañana interesante, me ha llamado esta mañana Carlos y me ha dicho que...

Hablando, caminaban hacia la única mesa libre que había en el Carusso y Julio, exaltado, le contaba a Laura que por fin iba a grabar la maqueta con el grupo: Carlos, el batería, por fin había conseguido algo de dinero por su cuenta y ahora solo faltaba concretar fechas. A Julio le encantaba la idea y Laura estaba muy contenta por él.
Mientras hablaban y hablaban (aunque Laura mayormente escuchaba y observaba lo emocionado que estaba Julio), alguien se acercaba poco a poco a la mesa en la que ya estaban sentados, y con un ligero movimiento de manos, ese alguien consigue dejar una tarjeta en uno de los bolsillos de la chaqueta de Laura.

“Calle de la Victoria número 3, Madrid. No te arrepentirás de haber venido, no todos pueden entrar.”

Laura nota que algo le ha rozado y nerviosa por si le habían robado, se da cuenta de la tarjeta con el mensaje.
Por un momento, se evade de lo que Julio le estaba contando "Calle de la Victoria...". Con la cara de sorpresa característica de Laura -ojos como platos y boca medio torcida- le enseña directamente la tarjeta a Julio.

- ¡Julio, mira esto! Me lo acaba de dejar alguien en el bolsillo.
- ¿Qué es esto?


Laura recorre con la mirada todo el restaurante por si alguien podía tener un aspecto sospechoso, pero todo estaba dentro de la normalidad. Reflexiona por un momento e intenta no darle la mayor importancia.

-No sé quién me lo ha dejado en el bolsillo...bueno, da igual, sigue contándome.

-Vale, pues resulta que a Carlos por fin le han dado la beca por orfandad, después de pedirla durante dos años y esto nos dará para ir tirando con el grupo, aún se lo tengo que comunicar al resto, pero ¡les va a encantar!

"¿Y si es la invitación para una fiesta privada en el centro de la ciudad?”, pensaba Laura.

-Además, he pensado que el jueves podrían venir al piso todos, cenar unas pizzas y de paso hablar del tema- seguía diciendo Julio.

“ A ver si es una invitación de un chico y me pierdo la oportunidad de conocerlo...sería una pena la verdad”, continuaba Laura con el tema.

-Podrías avisar a Carla y Patri esta tarde para que no salieran este jueves y así nos juntamos todos, ¿qué te parece?...¿Laura?

-Sí, perdona, esto...avisaré a las dos, no te preocupes. Oye, voy a acercarme esta tarde a la calle Victoria, me asomaré a ver que se cuece por allí.

-Vale, como quieras, perdona, ¿nos apuntas el pedido cuando puedas?

-Sí, un minutito- dice el camarero.

martes, 16 de marzo de 2010

Que no pare ninguno

Mientras mira a los demás, su mundo gira sin parar, ella es la chica guapa que sabe bien cuando debe sonreir y de que manera mirar.
Es una más, no usa tacones ni viste de forma llamativa, y todavía no se preocupa demasiado por su aspecto físico.

Laura, de 21 años, mantiene una buena relación con su familia, excepto con su hermano mayor, que siempre la ha visto como la chiquilla ¡que no ha querido seguir sus pasos!
Desde hace dos años, ella vive en un piso de estudiantes con dos compañeras de clase y un chico que conoce desde al guardería; pero con la que mejor se lleva es con María, una chica que vive enfrente de ellos y que se dejó la carrera de magisterio para dedicarse a vender juguetes sexuales a domicilio. A María le compensan los ratos divertidos y le encanta su trabajo.

Laura acude todas las mañanas de 9 a 14h. a la universidad Complutense de Madrid para sacarse la carrera de periodismo y algunas tardes se presenta en "La Llama", un bar en que sirven varios tipos de cerveza a elegir a la carta, el bar de la amistad le llama ella.

Los fines de semana, Laura y Jorge, un amigo de la carrera, acuden a “Delisse”. Es un pub que se encuentra a las afueras de Madrid, donde viernes y sábados por la noche trabajan sirviendo copas. Es un pub de mala muerte, pero Laura necesita sacar dinero de alguna parte para costearse los estudios.

-¡Buenos dias feas!- dice Laura como todas las mañanas.
-¡Hola simpaticona de buena mañana!- le contesta Julio, el compañero de piso.

Leche que se convierte en nata por encima después de estar dos minutos al microondas y magdalenas de las más baratas en la mesa: Laura ya ha comenzado su desayuno.
Mientras tanto, Carla se coloca sus piezas de fruta, el vaso de zumo natural y los copos de fibra sobre su mantel individual con el beso de Times Square de fondo.

-¡Ey!- Saluda Patri.

Los cuatro desayunan con tiempo para ir a sus respectivas clases: periodismo y química, aunque de esta última Julio no esté muy convencido.