sábado, 29 de mayo de 2010

Por ser el primero

Carlos le invitaba a salir, charlar, tardes de sol, noches de bar...y una mañana, escondidos del resto de la gente y cogidos de la mano uno enfrente del otro por primera vez, se acercaron poco a poco hasta notar cómo los corazones latían rápidamente. Un minuto donde las miradas no se cruzaron por vergüenza y miedo, pero sacando la valentía de las ganas, unieron los labios por donde los corazones latían.

1 comentario:

  1. Hola Aran! Qué tal por el mundo de la blogosfera?

    Tu estilo tiene algo de parecido en uno de tus textos a Virginia Wolf, me ha sorprendido, ya te diré cual es.

    Sigue así mi peque-trotamundos! MuAAA

    PD: No te quiero ná!!!!!!!!!!!! :)

    ResponderEliminar